Cómo amamantar a un bebé

AnaMaría

Cómo amamantar a un bebé

Se pueden elegir dos posiciones para amamantar al bebé, siempre eligiendo la más cómoda para la mamá, sosteniéndolo en los brazos o acostado en la cama.

La posición clásica (sostenido en los brazos) es práctica cuando el parto ha sido por cesárea o en partos múltiples y la posición acostada es práctica para que la mamá pueda descansar mientras amamanta, cualquiera de las dos técnicas son favorables para ambos.

Lo importante es que el bebé se adhiera al pecho en forma correcta. Se comienza rozando el pezón en el labio del bebé, por reflejo abrirá su boca y así podrá cubrir con sus labios el pezón y la mayor parte de la aureola, al cerrar la boca el pezón quedará entre el paladar y su lengua y apretará con las encías, sintiendo la mamá un tirón cuando succione y comprima con el paladar pudiendo provocar un poco de dolor durante un minuto más o menos durante la primera semana y contracciones uterinas en los primeros días, de este modo se previene la irritación del pezón. Las contracciones hacen que el útero regrese a su posición habitual y no haya hemorragia.

Las primeras sesiones de amamantamiento son de 3 a 4 minutos y se irá aumentando gradualmente hasta alcanzar 15 minutos en cada pecho alternando en cada mamada, es decir si se terminó con el pecho izquierdo en la próxima se comenzará con el derecho y así sucesivamente. A pesar de que cada bebé tiene su ritmo de alimentación, por lo general, la mayoría necesita de 8 a 12 veces por día, es decir se deberá amamantarlo cada 2 o 3 horas.

Si está dormido y pasaron las dos o tres horas según su ritmo hay que despertarlo para que se alimente, del mismo modo como suelen dormirse mientras maman, una suave caricia en la comisura de los labios será suficiente para que reaccione y vuelva a mamar. Hay que ayudarlo a mamar hasta vaciar los pechos y de este modo evitar los derrames tan molestos, como también las grietas del pezón.

La bajada de leche se verá al tercer o quinto día, de todos modos siempre hay que colocar al bebé en el pecho para que succione y así estimular la bajada desde el primer día del parto para que comience a alimentarse con calostro, una sustancia de color amarillo muy importante para el bebé.