Parece mentira lo rápido que pasa el tiempo para según que cosas ¿ verdad ?.
En estos días nos preparamos para dejarla marchar y abrirle el mundo a su hermanito, y aún así, aunque el sentimiento de pena a pasado a ser nostalgia, cuesta llevarlo dignamente. El fin del duelo, cerrar un ciclo de muerte para abrir uno de vida...buf!! no es fácil!!!
Pero en esos días, voy a hacer lo del cerezo, me voy a ir con mi marido a comer fuera y le voy a poner una velita con dos rosas blancas a mi muñeca... y aunque acabe llorando..seguirá siendo un día de lleno esperanza.
De nada me vale pensar que ahora estaría gateando toda pizpireta... es hacerme mas daño innecesario a una herida que cicatriza bien.
Ella no está, nada nos la devolverá, pero si esta su hermano, que terminará de iluminarnos el camino. Mis dos niños... uno de luz y otro en la tierra...